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INKORRUPTIBLES. Misceláneas sociopolíticas

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Los estratos sociales medios - ESTRATIFICACIÓN SOCIAL Y CLASES MEDIAS (I) - SÉMBLER, Camilo

"Una revisión analítica de los sectores sociales intermedios" - Comisión Económica para América Latina / Santiago de Chile, División de Desarrollo Social, Políticas Sociales N° 125, diciembre de 2006-]

El presente documento pretende contribuir al análisis y el debate sobre estratificación y clases en América Latina, haciendo especial referencia a determinadas coordenadas analíticas que permitan avanzar en la identificación de la composición, los perfiles y orientaciones que presentan los actuales sectores medios en la región. Sin lugar a dudas, esto constituye un desafío importante y de largo alcance, toda vez que es posible apreciar que la situación actual de los estudios de estratificación y clases en América Latina contraste con creces con lo experimentado en décadas anteriores, y también con lo que acontece en la actualidad en otras latitudes, especialmente en Europa.

Con la crisis de la industrialización y los programas de ajuste estructural promovidos en la región durante la década de los ochenta, se asiste a un importante giro temático en las preocupaciones analíticas e investigativas desarrolladas por la sociología latinoamericana, signado en parte importante por el declive de los estudios sobre estratificación, clases y movilidad social. De este modo, no es de extrañar que en la actualidad se posea escaso conocimiento e información concreta sobre las clases medias latinoamericanas, su composición ocupacional interna, sus perfiles de ingreso y educación, sus orientaciones culturales y sociopolíticas, etc., a pesar de las constantes referencias a ésta que se pueden hallar en los medios de comunicación y en las aspiraciones de buena parte de la población latinoamericana.

La clase media, en suma, parece haberse tornado una especie de “zona gris” de la estructura social de América Latina, que constantemente es referenciada sin lograr, en concreto, una mayor claridad o precisión en la identificación de sus rasgos particulares constitutivos. Sin embargo, el estado actual de los estudios sobre estratificación, clases y movilidad en América Latina contrasta con creces con lo que sucede en la actualidad en el debate europeo, particularmente en la sociología británica, donde estas temáticas no han dejado de representar un foco importante de análisis, dedicándose a ellas un sinnúmero de reflexiones, esquemas clasificatorios e investigaciones comparativas.

Por ello, es posible sostener que un camino apropiado, o al menos sugerente, de intentar reinsertar la temática de la estratificación y las clases en América Latina, con particular referencia a los sectores medios, es hacer un recorrido por las principales referencias -teóricas y empíricas- que se han desarrollado al respecto tanto en la región como en el debate europeo. Es esto, precisamente, lo que se pretende realizar en el presente documento, es decir, revisar las principales coordenadas teóricas, esquemas clasificatorios y aproximaciones empíricas que se han realizado en torno a las clases medias, de modo de avanzar en la elaboración de un marco analítico que posibilite desprender nuevas y fructíferas investigaciones sobre estos sectores, sus cambios y reordenamientos recientes en América Latina.

Hacia mediados del siglo XX la reflexión sociológica hacía su aparición institucional en la región vinculada, como es sabido, fundamentalmente a la problemática del desarrollo de las sociedades latinoamericanas, esto es, a la posibilidad de una transformación modernizadora de sus estructuras socioeconómicas que permitiera superar las situaciones de atraso económico e inequidad características de las sociedades tradicionales. En dicho marco la industrialización sustitutiva de importaciones liderada por la acción estratégica del Estado encarnaba el eje del proyecto modernizador en curso, y la reflexión sociológica, entonces, se vinculaba a éste en parte importante mediante la elaboración de estudios sobre estratificación y movilidad social que pretendían, por una parte, identificar a los grupos sociales que podían ejercer un rol importante en la conducción de las dinámicas modernizadoras - las bases sociales del desarrollo-, y por otra, comprender las principales transformaciones operadas en las categorías sociales clásicas y en las que recién emergían producto de los cambios que se estaban produciendo en la región (urbanización, industrialización, expansión educativa, etc.)

Precisamente, la preocupación por los sectores medios se enlazaba estrechamente con ambas dimensiones, ya que éstos desempeñaban un papel esencial en la articulación de las alianzas sociales (nacional-populares) que promovían las políticas desarrollistas en la región y, al mismo tiempo, se constituían como uno de los principales grupos sociales beneficiados y transformados en su composición y orientación por los cambios acarreados por dichas políticas. En suma, podría anotarse que la referencia a las clases medias -si bien muchas veces más fundamentada en análisis sociopolíticos que en estudios concretos de estratificación- aparecía como un lugar privilegiado para la comprensión de las dinámicas y las tensiones que atravesaba el proyecto desarrollista en América Latina.

En concreto, la mayoría de los estudios sociales se volcó hacia la identificación de la exclusión social y la pobreza, así como de las nuevas formas de trabajo e inserción laboral que producían los ajustes estructurales (sector informal, precariedad laboral, etc.), abandonando la pretensión de un análisis de la totalidad de los mecanismos y grupos diferenciados socialmente. Se constituyeron entonces una serie de imágenes sobre sectores o grupos específicos de la sociedad, por cierto con importante valor analítico, pero sin desarrollar una aproximación sistemática a los patrones de estructuración y diferenciación de los grupos y clases en las diversas sociedades, ausencia aún más notoria en el caso de los estudios de alcance regional o comparativo.

A ello cabe agregar, además factores vinculados directamente al carácter general que asumió la reflexión sociológica, sobre todo en tanto que la preocupación central dejó de ser el desarrollo y sus bases sociales, instalándose, preferentemente, el problema de la refundación de los regímenes democráticos tras la oleada de dictaduras y guerras civiles en la región; a lo cual se sumó la fuerte crítica a los paradigmas clásicos de la disciplina -fundamentalmente el marxismo y el funcionalismo- por su supuesto énfasis en el análisis estructural, leído ahora como determinismo, dando paso a una perspectiva que enfatizaba la visión accionalista para la comprensión de las dinámicas y fenómenos sociales.

De este modo, no es de extrañar que en la actualidad se posea escaso conocimiento e información concreta sobre las clases medias latinoamericanas, su composición ocupacional interna, sus perfiles de ingreso y educación, sus orientaciones culturales y sociopolíticas, etc., a pesar de las constantes referencias a ésta que se pueden hallar en los medios de comunicación y en las aspiraciones de buena parte de la población latinoamericana. La clase media, en suma, parece haberse tornado una especie de “zona gris” de la estructura social de América Latina, que constantemente es referenciada sin lograr, en concreto, una mayor claridad o precisión en la identificación de sus rasgos particulares constitutivos.

Sin embargo, como mencionábamos, el estado actual de los estudios sobre estratificación, clases y movilidad en América Latina contrasta con creces con lo que sucede en la actualidad en el debate europeo, particularmente en la sociología británica, donde estas temáticas no han dejado de representar un foco importante de análisis, dedicándose a ellas un sinnúmero de reflexiones, esquemas clasificatorios e investigaciones comparativas. Ahora bien, si la sociología latinoamericana surge, en cierto sentido como apuntábamos, ligada al análisis –o el problema- de las clases medias durante el periodo desarrollista, la reflexión sociológica europea tras un origen

–en los denominados clásicos de la disciplina– en donde no hay mayores alusiones o referencias sistemáticas al tema, asumirá con posterioridad, sobre todo a la luz de los cambios en las relaciones de trabajo y las formas de organización productiva, el desafío creciente de comprender a un amplio segmento de categorías sociales posibles de identificar como posiciones intermedias.

Así, en primer lugar, el presente documento entrega una breve revisión de los enfoques clásicos -las teorías marxiana, weberiana y funcionalista- sobre estratificación y clases sociales, estableciendo desde ahí un primer acercamiento analítico a la caracterización de los sectores medios. Si bien, como se verá, en estos enfoques no hay un abordaje sistemático en torno a las clases medias, se pueden rastrear algunas referencias o sugerencias importantes, sobre todo a la luz del debate posterior, y también una serie de conceptos y nociones que son centrales y comunes en la mayoría de los estudios de estratificación y clases.

En seguida, se revisan los principales trabajos e investigaciones realizadas en el marco del capitalismo de posguerra, vale decir, durante la primera del mitad del siglo XX, en torno a las transformaciones y redefiniciones de los sectores medios de la estructura social. Particularmente, en el caso de la sociología europea se reseña la discusión sobre la caracterización de los “trabajadores de cuello blanco” (white collar) originados por la importancia que comienza a adquirir el empleo no manual y el sector servicios, mientras que, desde América Latina, se revisan una serie de estudios que abordan a las clases medias durante el período desarrollista, sobre todo en relación a las dimensiones de la industrialización, el empleo público y la movilidad social.

En tercer lugar, y como parte central del presente documento, se examinan los análisis contemporáneos sobre estratificación y clases sociales, situando en ellos las referencias particulares que se realizan sobre las clases medias. Así, en los denominados enfoques teóricos-relacionales se revisan los influyentes trabajos de Anthony Giddens, Erik O. Wright y Jhon Goldthorpe, y en las investigaciones contemporáneas de América Latina se reseñan las principales transformaciones apuntadas en las clases medias latinoamericanas en el marco del proceso de globalización y la instalación de un nuevo estilo de desarrollo a partir de la década de los ochenta. A continuación se señalan algunas dimensiones recientes abordadas en los estudios de estratificación y clases, sobre todo vinculadas a la importancia del consumo, la educación y el capital cultural en la configuración y las posibilidades de movilidad social de las clases medias.

Finalmente, basado en los ejes de análisis planteados en el documento, se plantean una serie de consideraciones y reflexiones sobre áreas o líneas temáticas posibles de abordar en relación a las clases medias actuales de América Latina, las cuales pueden ser útiles como bases o intuiciones a ser exploradas a fondo en futuros estudios y/o aproximaciones empíricas.

I. Los enfoques clásicos sobre estratificación y clases sociales. Un primer acercamiento analítico a los sectores medios:

Es en los denominados enfoques clásicos respecto a la estratificación y la estructura de clases -es decir, en las teorías marxiana, weberiana y funcionalista- donde es posible encontrar las primeras referencias analíticas para una conceptualización de los sectores medios. Por cierto, en estos enfoques no se encuentra un abordaje acabado o sistemático en torno a dichos sectores, sino que, más bien, dentro del marco general de una teoría de la estratificación y las clases se pueden rastrear algunas referencias e indicaciones para su identificación y descripción.

Precisamente, este es el motivo por el cual se ha decidido iniciar la presente revisión analítica dando cuenta, brevemente, de las principales ideas, nociones y conceptos elaborados por los enfoques clásicos sobre estratificación y las clases, y cómo en ellos aparecen referidos los sectores medios. La relevancia particular de estas

precisiones introductorias radica en establecer y clarificar, desde los enfoques clásicos, una serie de conceptos (clase, ocupación, status, estilo de vida, etc.) que son centrales para los diversos análisis y debates posteriores sobre estratificación social y la definición de los sectores medios.

De hecho, como luego se revisará, las perspectivas más recientes en torno al tema y que mayor influencia han tenido en el ámbito de la investigación teórica y empírica contemporánea, se caracterizan en buena medida por intentar conciliar o vincular analíticamente la diversidad de conceptos presentes en los enfoques clásicos, para desde ahí lograr una mejor comprensión de la estratificación social y la estructura de clases en las complejas sociedades actuales.

A. Producción, mercado y prestigio. Dimensiones analíticas de los enfoques clásicos

Desde la óptica marxiana,como es sabido, la delimitación y diferenciación de grupos (clases) sociales se vincula directamente con la forma en que se organiza el proceso de trabajo en un determinado momento histórico (división social del trabajo), o en términos más amplios, con la articulación de un modo de producción y su consiguiente estructuración de determinadas relaciones sociales. En palabras más precisas, el análisis de Marx considera que el proceso de trabajo -entendido como la transformación material del entorno mediante una acción (social) con una finalidad particular– se organiza en torno a los siguientes componentes o factores: (a) una actividad creadora de valor y adecuada de acuerdo a una finalidad; (b) un objeto sobre el cual la primera actúa y se materializa; y (c) los medios de trabajo que se emplean para el cumplimiento del proceso. Al primer factor, entonces, se le puede identificar como trabajo productivo, mientras que el objeto y los medios de trabajo corresponderían a los denominados medios de producción.

Será entonces en el acceso diferenciado a los medios de producción, en tanto éstos otorgan la posibilidad de controlar y dirigir el proceso de trabajo, donde el análisis marxiano ubicará el núcleo de la estratificación y las clases sociales. Esto implica, por tanto, considerar que los grupos sociales se diferencian y ordenan jerárquicamente a partir de la distinción binaria elemental propiedad / no propiedad de los medios de producción, lo cual en el marco histórico del capitalismo aparecería representado, como es sabido, por la existencia de la burguesía y el proletariado como clases sociales fundamentales. En suma, se trataría de que los grupos sociales son posibles de identificar y definir a partir de los modos en que se insertan en la estructura productiva, caracterizándose dichos modos desde las relaciones de propiedad sobre los medios de producción que posibilitan el control del proceso de trabajo y la apropiación de sus productos.

Una consideración fundamental que se desprende de lo planteado, es que el proceso de trabajo al organizarse sobre la base de la transferencia y extracción de plusvalía desde los no propietarios (fuerza de trabajo) a los dueños de los medios de producción, implica inherentemente una relación de explotación entre los agentes (grupos) que participan del proceso, lo cual determina que las clases estructuradas en torno a dicho ámbito porten identidades e intereses contrapuestos, y por ende, que sus relaciones se estructuren a partir del conflicto social (latente o manifiesto). Es esto, precisamente, lo que lleva a privilegiar dentro del análisis marxiano el concepto de clase social para dar cuenta de los grupos producidos y diferenciados en el marco de la estratificación social, toda vez que dicho concepto, en esta perspectiva, implica no sólo una jerarquización de categorías sociales, sino que además la existencia de intereses antagónicos posibles de materializar en acciones colectivas y disputas sociopolíticas.

Ahora bien, a partir de estas consideraciones generales sobre la estratificación y las clases en la óptica marxiana, es posible mencionar algunas ideas importantes para la conceptualización y el debate sobre la identificación de los sectores medios. En este ámbito, precisamente, ha tendido a predominar la opinión de que uno de los problemas fundamentales que aqueja al enfoque marxiano sobre las clases es su dificultad para identificar y definir de forma adecuada a las posiciones intermedias de la estructura de clases, toda vez que ésta, como se apuntó, aparece representada desde un esquema dicotómico a partir de las relaciones de propiedad / no propiedad.

De acuerdo a esto, la interpretación de los sectores medios se concibe principalmente en torno a dos consideraciones. En primer lugar, se considera que las clases medias corresponden a un segmento social transicional en términos históricos, vale decir, a grupos sociales que representan vestigios precapitalistas aún no superados, y que por ende serán subsumidos en las categorías sociales fundamentales (burguesía y proletariado) a medida que avanza el proceso de modernización capitalista. Se trata, particularmente, de la tesis de la pauperización creciente inherente al desarrollo capitalista, que llevaría a amplios sectores sociales que representan posiciones intermedias a deslizarse progresivamente hacia la clase obrera. Y, en segundo lugar, se considera a los sectores medios como fracciones o subdivisiones de las clases principales, particularmente de la burguesía, atribuyéndoles entonces la categoría de “pequeña burguesía”.

Ambas consideraciones, como se puede apreciar, se caracterizan por una insuficiencia o dificultad notoria de identificar de forma nítida y positiva a los sectores medios, en tanto sólo se consideran como apéndices de otros grupos sociales o resabios destinados a desaparecer con el desarrollo histórico. Por ello no es de extrañar -sobre todo a luz de los cambios históricos que desde fines del siglo XIX pusieron en tela de juicio estas consideraciones- que ambas fuesen posteriormente ampliamente profundizadas, debatidas y reformuladas, incluso al interior de la misma tradición marxista, tal como se hará referencia más adelante con mayor detalle.

También desde el enfoque weberiano es preciso destacar algunos conceptos fundamentales para el análisis de la estratificación y las clases sociales, y desde ahí, la particularidad de los sectores medios. La principal relevancia del análisis de Weber radica en considerar una multiplicidad de mecanismos y fuentes que actúan en la diferenciación y estratificación de los grupos en una sociedad, y no sólo el acceso desigual a los medios de producción y la diferenciación de clases considerada por Marx. Precisamente, esta extensión de los mecanismos y tipos de diferenciación social se vincula con la preocupación central del análisis weberiano, esto es, las relaciones de poder y dominación que se establecen en el marco de una comunidad política.

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